Nuestro objetivo era diseñar, producir y desarrollar un acto disruptivo, que quedara en el recuerdo de las más de 700 personas que asistieron a la entrega de medallas de la Fundación Basilio Paraíso. ¿Y cómo lo hicimos? Asumiendo riesgos (escénicos), superando dificultades (artísticas), enfrentando a las piezas claves del evento al desafío de entretener y sorprender a un público que disfrutó de una gala única. Y todo ello trasladando la pasión, la constancia y la magia intrínseca en distintos mundos artísticos ligados con el circo y la acrobacia, disciplinas que requieren de valor para llevarlas a cabo y que al mismo tiempo aportan un gran valor social, metáfora aplicable a la campaña ‘El valor del empresario’, presentada también durante el evento.
